Los altibajos del Real Madrid Castilla
El Real Madrid Castilla de Luis Miguel Ramis ya está en la recta final del campeonato liguero. Tan solo dos jornadas separan a los blancos de los playoffs de ascenso a la Segunda División Española que se disputarán en cuanto acabe la temporada regular y en los que los merengues ya están matemáticamente clasificados aunque perdieran algunos de los seis puntos que quedan en juego. Tras mucho sufrimiento, los blancos han conseguido uno de sus objetivos iniciales, que era disputar los playoffs de los que se quedaron a las puertas la temporada pasada.
La campaña 2015-2016 no ha sido una temporada fácil para el Castilla. Las primeras 19 jornadas los mirlos de Valdebebas tuvieron como técnico a Zinedine Zidane, con el que consiguieron 10 victorias, siete empates y dos derrotas. Después, al comenzar la segunda vuelta y con Zidane como técnico del primer equipo, los blancos emprenderían una nueva aventura con Luis Miguel Ramis, con el que hasta el momento han disputado 17 partidos de los cuales han ganado 12, han empatado uno y han perdido cuatro.
Los blancos han hecho una muy buena temporada, pero han dejado escapar puntos cuanto tenían la oportunidad de ser líderes con demasiada ventaja sobre sus rivales. Comenzaron con cuatro victorias consecutivas, pero en ellas ya hubo alguna que otra remontada, como la conseguida ante el Rayo Majadahonda, CD Mensajero y Real Sociedad B. Después de esto vendría una derrota y dos empates consecutivos, algo que se venía venir desde el segundo partido de Liga, debido a que el juego de los blancos no se entendía muy bien.
Volvieron a la victoria (tres jornadas consecutivas) y una gran serie de errores les haría perder los tres puntos ante el Getafe B (último de la tabla) y les haría alejarse del liderato, dejando rumbo abierto al Barakaldo. Este último tramo de la competición se vio marcado por cinco empates y una victoria. Ocho puntos de 18 posibles que perjudicaron más que nunca a los blancos al alejarles todavía más del primer clasificado.
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Con Ramis en el banquillo la cosa empezaría bien, siete jornadas consecutivas consiguiendo la victoria, algo que no lograrían hacer en la primera vuelta. Aquí recortarían distancias ante el Barakaldo, pero otra vez volverían a fallar, y no una, sino tres veces seguidas. El Castilla entró en una mala racha que nadie entendía, dejando escapar el liderato que había arrebatado al conjunto vasco. Y digo nadie entendía porque en ese momento eran considerados el mejor equipo de la Segunda B, con las mejores estadísticas, siendo el conjunto más goleador de toda la categoría y teniendo al pichichi de la división de bronce.
El filial era consciente de que esto tenía que cambiar pues el final de la temporada se acercaba y el objetivo de ser primeros cada vez tenía más condiciones. Los blancos volverían a perder otros tres puntos, y después se recompondrían venciendo en otras tres jornadas consecutivas donde derrotarían al líder en su propia casa, consiguiendo volver a coronarse reyes del Grupo II de la Segunda B. Pero, como decía, los altibajos del filial volvieron a hacerles jugar una mala pasada, a no aprovechar las oportunidades y a volver a perder el liderato cuando una vez con él empataría a cero ante el Portugalete. El Barakaldo, evidentemente, esa jornada no dejó escapar la oportunidad del liderato, y volvió a quitarle el puesto al filial en la lucha eterna por ser el rey de la tabla.
El fin de semana pasado, los blancos ya sin margen de error, derrotarían por 2-1 a la SD Leioa, en un partido en el que no faltaron apuros. A punto estuvieron los blancos de sumar tan solo un punto y por lo tanto despedirse del liderato. Ahora, a falta de dos jornadas, los blancos se encuentran a tan solo dos puntos de conseguir el máximo objetivo, que es ser primeros, pero para ello, a parte de esperar el fallo del Barakaldo, tendrán que derrotar al Talavera de la Reina y a La Roda, conjuntos ante los cuales ya empatarían en la primera vuelta: 1-1 y 2-2, respectivamente.
A pesar de los altibajos de la temporada, no se puede negar que el Castilla ha demostrado siempre ser un gran equipo y, sobre todo, han demostrado ser un equipo unido lejos de las individualidades que se les atribuye. Han logrado ser el máximo goleador de la categoría con 62 tantos, con una diferencia de tres goles sobre el segundo clasificado en esta cuestión, el Villarreal B. Y aunque Mariano Díaz haya sido el máximo goleador del equipo, toda la escuadra ha contribuido a que los 62 goles hayan sido posibles, pues todos participan en las jugadas de gol.
Dos jornadas y los partidos del playoff es lo que separa al filial blanco de volver a la división de plata del fútbol español que seguro conseguirán un puesto en ella. Pero para ello, deberán pelear como hasta ahora lo han hecho, sin rendirse y, lo más importante, siendo un equipo unido que les lleve a lograr lo más grande y que les lleve a conseguir todo lo que se propongan.
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