Al que nadie quería y por el que ahora suplican

Llega el Clásico y con él los miedos de la afición madridista por si los jugadores llegan o no llegan a este encuentro. Entre los nombres de los señalados por el virus FIFA, o simplemente señalados por la mala suerte que está teniendo la plantilla del Real Madrid esta temporada, se encuentran Sergio Ramos, Gareth Bale, Karim Benzema, Dani Carvajal, Pepe, Danilo, Arbeloa, Keylor Navas, Marcelo o James Rodríguez. Y precisamente de este último, del colombiano James Rodríguez, es el jugador del que más se esperaba su pronta recuperación.

El jugador colombiano se lesionó el pasado 8 de septiembre, cuando disputaba un partido amistoso con su selección ante Perú. Hasta esta fecha, James había jugado tan solo dos partidos oficiales con el Real Madrid, ante el Sporting de Gijón (0-0) y ante el Real Betis, frente al que logró anotar dos tantos en los minutos 38 y 49.

Tras dos meses de recuperación, el colombiano volvió a los terrenos de juego en el Sánchez-Pizjuán, ante el Sevilla de Unai Emery, donde volvió a ver el gol. Rafa Benítez comenzó con el centrocampista en el banquillo y decidió sacarle al campo en el minuto 63 de encuentro, donde minutos después, en el 93, acabaría anotando el segundo tanto de la noche para los blancos, que aunque no dio la victoria a los de Chamartín (3-2) sirvió para que James demostrara que ya estaba al máximo y que ya podía ofrecernos magníficas jugadas y goles como el de aquel domingo desde fuera del área. Y el pasado 13 de noviembre, ante la selección de Chile, James siguió recordando todo lo que vale, anotando el gol del empate en Santiago de Chile, que serviría para que su selección sumase un nuevo punto en la clasificación por las eliminatorias del Mundial de Rusia del 2018.

Pues bien, a partir de su lesión, todo el mundo echaba de menos a James, y de eso quiero hablar hoy, de la importancia del colombiano en el Real Madrid, y de cómo ha evolucionado desde su llegada al conjunto blanco, cuando nadie sospechaba el talentoso jugador que llegaba al Santiago Bernabéu.

 

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James Rodríguez llegó al Real Madrid el 22 de julio de 2014, tras haberse salido en el Mundial de Brasil con la selección colombiana. Llegaba procedente del AS Mónaco, donde firmó una gran temporada, llegando a ser el máximo asistente de la Liga Francesa con 14 asistencias. Gracias a su gran campaña, James sería incluido en el Once Ideal de la Ligue 1 junto a su compañero de equipo Kurzawa, siendo el jugador más joven de la lista con sólo 22 años.

Cuando James llegó al Bernabéu, no parecía ser aquella estrella que había demostrado ser en el Mundial de Brasil, o eso parecía a los ojos de muchos aficionados madridistas o aficionados del fútbol en general. Se empezó a hablar de decepción, que de que no valía para el Real Madrid, e incluso de que Florentino no había hecho una buena compra, pues se había guiado solo por un par de partidos en los que “por suerte” había tenido un buen día.

Pues bien, fue pasando el tiempo, los partidos, y James comenzó a cambiar su manera de ver el juego, su manera de jugar, y su manera de entrar en la mente de los madridistas. Tanto fue el cambio, que comenzó a ser un jugador imprescindible para el conjunto de, por aquel entonces, Carlo Ancelotti. En esta campaña disputó 46 encuentros, repartidos entre Supercopa de Europa (1), Liga Española (29), Champions League (9), Copa del Rey (4), Supercopa de España (2) y Mundial de Clubes (1). En estos 46 encuentros, logró anotar 17 goles: 13 en Liga, 1 en Champions, 2 en Copa del Rey y 1 en la Supercopa de España.

 

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A parte de las 17 dianas del colombiano, también realizó 17 asistencias en la pasada campaña, siendo considerado el mejor centrocampista ofensivo del Real Madrid y del fútbol europeo, que le valieron para ser incluido en el once ideal de la temporada junto a su compañero de equipo Cristiano Ronaldo, siendo el centrocampista con más goles y asistencias del campeonato liguero.

Como decía antes, esta temporada James tan solo ha jugado tres partidos oficiales con el Real Madrid, los tres correspondientes a la competición liguera, en los cuales ha conseguido anotar tres goles, dos ante el Betis, el primero, tras una falta directa y el segundo de chilena; y el tercero ante el Sevilla desde fuera del área tras otra falta directa.

En definitiva, hoy James se ha convertido en jugador fundamental para la plantilla madridista, y eso se ha demostrado en las súplicas de la afición merengue para la pronta recuperación del colombiano, sin el cual, para algunos aficionados, el Real Madrid no es el mismo. Y con esto quiero decir que, cuando un jugador nuevo llegue al equipo, sea el Real Madrid o cualquier otro, hay que dejarle un tiempo de adaptación, pues no es fácil llegar y ser el mejor del equipo aunque ya lo hayas sido en otros, pero los compañeros, el ambiente e incluso el juego son distintos. A veces somos muy duros con los futbolistas sin pensar realmente en lo que eso conlleva. Nos resulta muy fácil criticarles, pero realmente deberíamos estar en su piel para saber lo que de verdad conlleva este proceso de adaptación a nuevos clubes. Y James ha sido un claro ejemplo de esto, un jugador que llegaba para ser una estrella y que al principio decepcionó, pero que con esfuerzo y sacrificio demostró que realmente era la estrella de la que tanto hablaba la afición mundial y la afición madridista, que realmente era James Rodríguez.